Crónica Lluna de Gava (por ManelNavarro)

El pasado 7 de Julio de 2012 participé en la cursa de la Lluna de Gavà. Efectivamente la cursa es de las de modalidad nocturna (atendiendo a la hora final, casi diría Golfa). El recorrido: una o dos vueltas a un circuito de 5 km por la zona de Gavà Mar: playa, pineda, chiringuitos, etc. Otros alicientes de la cursa: Primera edición (en algún sitio leí que en las primeras ediciones se esmeraban en el trato a los corredores), Pasta party después de la cursa, DJ junto a la playa, etc. No pintaba mal, así que entre esto y mi recién estrenada condición de Red Runner me pareció una buena elección para despedir la temporada hasta Septiembre. Pronto empecé a detectar que las opiniones son muy diversas: Redrunners apuntados = 3. La coincidencia con Torrelavit, la Mitja de Mataró, la #HatxasuTrail al día siguiente, … demasiada competencia. En cualquier caso, convencí a mi cuñado y para allí que nos fuimos. Si compartimos suegros, como no íbamos a compartir un rato de deporte y risas?

El día en cuestión llegamos con tiempo de sobras a recoger la Bolsa del Corredor y a fe que más que nunca esta hacía honor a su nombre: te daban la camiseta de rigor en mano y una bolsa de plástico. Y punto! De hecho, para no faltar a la verdad, dentro de la bolsa había un DVD de Mundo Deportivo con la final de la champions de no sé qué año. ¿Dónde estaba mi caldo Aneto? ¿Lo habrían utilizado para la salsa que acompañaría mi plato de pasta al final de la cursa?

Poco a poco fue llegando la gente, hasta contar los 1.600 participiantes (sumando las dos versiones de cursa). Y mientras negociábamos la hora para empezar a calentar, nueva sorpresa: la salida que en principio era a las 22h se había postpuesto en la web a las 22:15h y sería finalmente a las 22:30h, tras 15 minutos de calentamiento dirigidos. ¿Calentamiento dirigido? Efectivamente: una pareja de monitores dirigieron algunos ejercicios de calentamiento al más típico estilo Eva Nasarre (los que no tengáis cierta edad debereis buscar este nombre en Google): respiramos, abrimos brazos, desplazamientos laterales, etc. La idea, de lo más novedosa, chocó (nunca mejor dicho) con la cruda realidad. Pensad en la salida de cualquier cursa en 4 o 5 metros de ancho, brazo con brazo, más o menos sudado según la intensidad del calentamiento, e intentad un “Cogemos aire ….. y expulsamos”.

Pistoletazo de salida (literal). La cursa contaba con 3 liebres, 40, 45 y 50 minutos, decentemente identificables por el globito luminoso. El circuito era completamente plano y el ambiente bastante festivo. No sólo entre los corredores: Cabe decir que a lo largo de todo el recorrido había bastante gente animando. Algunos sorprendidos por el evento, pero otros preparados con la silla plegable, la nevera de playa, haciendo honor a la tradición dominguera de los alrededores. Incluso en la primera vuelta, en algún chiringuito giraron las sillas de alguna mesa para animar a los corredores.

Y calor, bastante calor. Llegamos a la primera vuelta y el típico caos entre los que se paran a los 5K y los que siguen para 10k estuvo bastante controlado. Todo bien ….. de no ser porqué aquellas dos mesas que me pasé, colocadas sólo a un lado de la carretera, eran el avituallamiento. Esta anécdota se convirtió para mi en un problema dos kms después. Los tubos de cerveza en las mesas de los chiringuitos eran mis oasis particulares. Y debía pagar con la cara, porqué un alma caritativa (de los SamaritanRunners como mínimo) que se debía haber leído la 3ª de las normas de buena conducta publicadas en el blog de los Red Runners me ofreció un poco de su agua que me supo a gloria.

Al final llegué con exitosa dignidad a la meta, pero fracasado en el intento de localizar alguna camiseta de RedRunner por el camino para poder "desvirtualizar". La próxima vez será, pensé, mientras me dirigía a por mi plato de pasta. Nuevo punto de mejora para próximas ediciones: si quieren marcar el dorsal de todos los que van a coger el plato de pasta, deberían poner más de una persona para tal tarea: menuda cola de gente! Personalmente renuncié a mi ración de carbohidratos con 0,0% Lo cambié por una ducha, también incluida en la organización. Digo una ducha, pero debía decir 7, para los 1.600! De nuevo muchas colas (creo que todo era un homenaje a la Autovía de Gavà los domingos por la mañana), y mucho roce, pero nadie nos quitó aquella agradable sensación post-cursa de compartir la cervecita y las bravas (o lo más parecido que encontramos), aunque fuera con mi cuñado, a falta de otros RedRunners.

En resumen, muchas cosas por pulir o directamente mejorar, pero la idea, el calendario y el entorno crearon un buenrollismo generalizado que creo merece la pena explotar en próximas ediciones.

Ficha de la Cursa