Crónica de la Txingudi Korrika (por jammoli_)

Con la ambulancia pisándome los talones.

Primera cursa con chip y primera crónica para los Redrunners sobre la XIV Txingudi Korrika.

No había hecho nunca ninguna cursa de este tipo, con chips para los tiempos, aunque si que he hecho alguna
Herri Krosa (Carrera popular), la de Bilbao y hace relativamente poco la Herri Krosa de Orduña,
una semana antes exactamente que la de Hondarribia.

Me desplace hasta la localidad Guipuzcoana con la familia y así aprovechar y pasar el día allí, aparcamos siguiendo los consejos de la organización en el parking de “la Benta “, desde el cual sale un barco cada media hora y con una duración de alrededor de 7 minutos hasta la localidad vecina de Hendaya.

Según aparcamos nos desplazamos hacia la localidad francesa en el barco, el crio y la mujer estaban encantados pero yo ya empezaba a notar los nervios, y era alrededor de la 12:30.

Una vez en el lado de Hendaya, según atracamos empecé a buscar señalizaciones que indicasen desde donde se haría la salida, y no vimos ni una, pero por suerte decimos comer en un parque-rotonda que había cerca de donde nos dejo el barco, y a 200 metros más o menos pondrían la salida.

Sobre las 15:15 recogí el dorsal con su correspondiente chip de alquiler, y cuando fui a colocarme el dorsal, las manos me temblaban sin parar, la mujer me decía “pues si que estas nervioso” pero era una mezcla de nervios, satisfacción y ganas. Después de hacer la visita obligada al servicio empecé a calentar un poco, para haber si así conseguía centrarme, y me centre tanto que se me olvido hacer fotos, pero por suerte mi mujer hizo alguna.

A las 16:30 empezó la cursa, y arrancamos, yo me puse bastante adelante, en la salida no había mucha gente animando, y por el camino había poca, aunque esto cambio cuando entramos en zona guipuzcoana. En zona francesa tenía varios repechos y bajadas, pasamos después de subir un repecho por encima de un puente desde donde se veían las vías del ferrocarril, la imagen me recordó a las conexiones eléctricas que convergen al final en un mismo sitio, aquí estaríamos alrededor del km3 y desde ese puente hacia la derecha. nos empezamos a dirigir hacia Irún bajando y subiendo como si fuese una V, donde en el punto más bajo estaba la estación de ferrocarril de Hendaya.

Enlazamos hacia la avd. de iparralde, la cual empieza hacia abajo y pasamos por encima de la ría pero al final de esa avenida, una vez pasadas tres rotondas tiene un repecho bastante pronunciado, el cual a mí personalmente me costó bastante, se me hizo durillo, aunque el grado de dureza disminuyo bastante gracias a todo la gente que había allí reunida y daba ánimos sin parar, incluyendo la frase de “vamos chaval que te queda poco” que supongo que se referiría para terminar la subida, porque no habíamos concluido todavía los 5 km de la cursa, pero fuese por una cosa o la otra siempre se agradece.

Pasados los 5 km las piernas me las notaba bien, en condiciones, pero la cabeza, ya me empezaba, digamos, a boicotear. Si es por ella habría parado hacia bastante pero menos mal que entra en juego también la voluntad y esta de momento es mayor.

En el km 6 repartían unos cuantos niños botellas de agua, que yo ahí es donde me di cuenta la cantidad de gente que iba por delante mía, porque hasta ese momento no era consciente. Si me habían pasado algunos compañeros pero yo también sobrepase a algunos otros, pero ver la ingente cantidad de botellines que había en el lado derecho de la carretera me dio un bofetón de realidad jeje.

Pasado el km 7, no sé porque, me empezó a seguir la ambulancia. La oía como aceleraba y esperaba, aceleraba y esperaba, entre el km 6 y 7 me paso bastante gente, y entonces me imagine que iba el ultimo y que la ambulancia era el “coche escoba”, así que apreté lo que pude. Aprovechando que un chico iba por delante mía lo use de referencia y con la ambulancia pisándome los talones aumente el ritmo lo que pude, que para mí fue bastante pero en realidad no lo aumente según los promedios, aunque mi sensación era totalmente contraria.

Con los achuchones de la ambulancia pase por delante del aeropuerto, estaba ya aproximándome hacia el km 8, y claro la gente me animaba mogollón, veían pasar a un montón de corredores y de repente aparecía yo con mi inseparable “compañera”, pues se desgañitaban aplaudiendo y todo, pasado el km 9 el cual estaba a la altura del parking de “la Benta”, y en la recta ya encarando hacia el polideportivo donde ya se escuchaba la música y la megafonía, de todas las personas que me veían y animaban escuche a una señora decir “pero si no es el ultimo, por qué le sigue la ambulancia, si vienen un montón por detrás?”. Tócate los pies y yo pensando que era el último, que tampoco es algo que me importe mucho pero escuchar eso fue como un chute de alegría.

Pasada la meta, que para ello había que hacer unos pocos metros en la pista de atletismo que hay en el polideportivo, había una seria de personas sentadas en fila con una especie de caja de limpieza de zapatos, y lo primero que se me vino la cabeza fue, “muy mal tienes que llegar si tienen que desatarte las zapatillas”, y no, no era para eso, ahí me di cuenta lo novato que soy, era para apoyar el pie y que pudieran quitarnos los chips de alquiler, y menos mal que no le dije al chico que no necesitaba ayuda para desatarme las zapatillas, que la cara que habría puesto habría sido de “este tío es tonto”.

Una vez entregado el dorsal, te hacían entrega de una camiseta de regalo, azul celeste con el logotipo de la Korrika, y el nº del dorsal lo usarían para realizar una serie de sorteos, pero yo no puede quedarme pues tenía que recoger el coche y volver a Hendaya para recoger a la familia que se habían quedado para pasar la tarde en la playa.

Bueno después de la paliza que os he metido, mi sensación fue de total satisfacción aunque hizo demasiado calor para mi gusto y se me hizo durilla, sobre todo la subida de la avd. Iparralde y lo de la organización no me atrevo a valorar puesto que no tengo más referencias, aunque me pareció que estaba todo bien organizado.

Ficha de la Cursa